¡ARTISTA COME MASCOTAS!
Aunque parezca increíble, el artista William López no lo piensa antes de llevarse cualquier cosa que ande por ahí, una paloma, un pollo, un zanate, lo que sea, para el es arte, “los agarro, les arranco la cabeza, me tomo la sangre y después me los como.., comerse a un gato, un perro u otro animal mientras aún está vivo no es un acto asqueroso. Lo considero como algo normal y artístico, y sobre todo de supervivencia dijo el día en que presento el vídeo “supervivencia en el tercer mundo” del cual sacamos los siguientes fotogramas:
Inició con esta insólita obra inspirado por el Taller impartido por el artista Habacuc Guillermo Vargas. (ver: http://elperritovive.blogspot.com/ )
Este artista dijo que tomarse la sangre de un animal vivo le daba esa fortaleza creativa y conceptual.
Al preguntarle la diferencia de su arte y si tenia influencia de el polémico artista Habacuc, dijo: Habacuc le gustan los animales sucios, o con zarna y el los prefiere bien aseaditos “porque si no me puedo enfermar”, comentó.
Los zanates, zopilotes y vampiros están en la lista de sus preferencias, a los emplumados primero les arranca la cabeza de un mordisco, se toma su sangre, y después los despluma para comerse hasta el último hueso. Aveces pinta con la sangre.
En el caso de los vampiros los decapita con los dientes y tras beberse su sangre se come desde las alas hasta la cola.
El entremés fue el pequeño pollito, al que de un bocado le desprendió la cabeza. Mientras su cuerpo aún se movía lo levantó para tomarse la sangre; luego le quitó las plumas y le clavó los dientes.
Le llegó el turno al pequeño gato. Se lo pasó varias veces por la cara, lo olió y le mostró los dientes, en un momento determinado, con su mirada un poco perdida, le clavó los dientes en el cuello. Solo se escucharon algunos maullidos que se fueron apagando poco a poco.
Lo levantó de las patas, sosteniéndole la cabeza en alto y se tomó la sangre, mientras comentaba que su sabor era un poco salado y caliente.
Con sus manos le desprendió el cuello y fue quitándole el pellejo, “porque los pelos no me gustan”, narró, ya que se le pueden pegar en la garganta.
Con sus manos les desprendió el cuello y fue quitándole el pellejo, “porque los pelos no me gustan”, narró, ya que se le pueden pegar en la garganta.
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